Combustible de Oración

Ora según te guíe el Señor al leer el verso de hoy.

«También han oído que se dijo a sus antepasados: “No faltes a tu juramento, sino cumple con tus promesas al Señor”. Pero yo digo: No juren de ningún modo: ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Tampoco jures por tu cabeza, porque no puedes hacer que ni uno solo de tus cabellos se vuelva blanco o negro. Cuando ustedes digan “sí”, que sea realmente sí; y cuando digan “no”, que sea no. Cualquier otra cosa que digan más allá de esto proviene del maligno» (Mateo 5:33-37).

Ora por sabiduría

El islam enseña que bajo determinadas circunstancias el engaño es aceptable, pero los efectos de esta enseñanza siembran la desconfianza, hacia Dios y hacia otros. Pero la Biblia nos dice: «Dejen de mentirse unos a otros, ahora que se han quitado el ropaje de la vieja naturaleza con sus vicios y se han puesto el de la nueva naturaleza, que se va renovando en conocimiento a imagen de su Creador» (Colosenses 3:9-10). Ora para que las personas de esta área sean personas que buscan la verdad al punto de que no necesiten jurar para que las personas les crean. Que puedan dejar que su sí sea sí y su no sea no.

Por los creyentes

«Las mentiras a veces son muy útiles. Suavizan las cosas y las hacen más fáciles», declaró un nuevo hermano. Otro dijo: «Olvidé asistir a la boda de mi amigo porque trabajé hasta las 11 p. m. ¿Qué le digo?». Cuando un hermano dijo que debería decir la verdad, lo hizo. Al día siguiente, el hermano recibió una llamada que decía: «Dije la verdad. Mi amigo está aquí conmigo. Él es testigo». Ora para que aquellos que han visto que se usan mentiras para suavizar las cosas temporalmente aprendan a odiar el engaño y a buscar la libertad que viene de hablar y vivir con la verdad. Que la vieja lengua materna de mentira sea silenciada, y que cada uno hable la lengua del Espíritu de verdad.

Por los perdidos

Cuando compartía comida en una parada de autobús, un hombre le dijo a otro que eligiera lo que quería comer y le aseguró que él pagaría por los dos. La respuesta inmediata fue: «¿Lo juras?». La respuesta más común sería (traducida): «Lo juro por Dios», pero el creyente con el que hablaba le dijo simplemente: «Sí, pagaré». Que aquellos que aún no creen vean el ejemplo de creyentes que dicen la verdad y sean transformados. Todas las promesas y juramentos son innecesarios y vacíos. No tenemos control sobre el futuro. Señor, oramos para que esta gente sea transformada por Jesús y hable la verdad y aprenda a confiar.

Por la iglesia

En el libro de los Hechos, vemos a la iglesia primitiva confrontada con un problema grave de deshonestidad en la historia de Ananías y Safira (Hechos 5). Dios trató su engaño con severidad. Su palabra deja en claro lo destructivos que pueden ser la mentira y el engaño para el cuerpo de Cristo y la unidad. Ora para que las iglesias que pueden poner en práctica con seguridad Efesios 4:22-25 en esta tierra se multipliquen: «…debían quitarse el ropaje de la vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos; ser renovados en la actitud de su mente; y ponerse el ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en verdadera justicia y santidad. Por lo tanto, dejando la mentira, hable cada uno a su prójimo con la verdad, porque todos somos miembros de un mismo cuerpo».

Por áreas de influencia

Ora por los lugares educativos.

Ora para que los maestros de escuela primaria incentiven la honestidad y la integridad.
Ora para que se rompa la cultura de copiarse en los exámenes y en la tarea, y para que todos los cristianos que viven en esta región sean agentes de cambio al exponer el daño que le hacen la mentira y el engaño al mentiroso.
Ora para que surjan nuevos patrones para prometer y cumplir las promesas en todos los sistemas educativos a medida que más personas experimentan y comienzan a creer en el evangelio.

Declaración de la Escritura

Jesús le dijo a la mujer en el pozo: «Pero se acerca la hora, y ha llegado ya, en que los verdaderos adoradores rendirán culto al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren» (Juan 4:23) Luego fue y les contó a todos en su pueblo la verdad de lo que había aprendido sobre ella misma, Dios y el Mesías. Ora para que a los hombres y mujeres en esta región les pase lo mismo y sean transformados por la verdad de Jesús.