Combustible de Oración

Ora según te guíe el Señor al leer el verso de hoy.

«No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar. Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón. Los ojos son la lámpara del cuerpo. Por tanto, si tus ojos son buenos, todo tu ser disfrutará de la luz. Pero si los ojos son malos, todo tu ser estará en oscuridad. Si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡qué densa será esa oscuridad! Nadie puede servir a dos señores, pues menospreciará a uno y amará al otro o querrá mucho a uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir a la vez a Dios y a las riquezas» (Mateo 6:19-24).

Ora por sabiduría

La mayoría de los musulmanes (y muchos cristianos) creen que la riqueza material es evidencia del favor de Dios. Por lo tanto, creen que lo opuesto también es cierto: la falta de riqueza material es evidencia de no tener el favor de Dios. En este pasaje, Jesús anima a sus seguidores a invertir sus vidas en acumular tesoros en el cielo y no riquezas materiales. Ora para que los musulmanes hoy en día reflexionen si sirven a Dios o al dinero. Pide que el Espíritu Santo los convenza de que servir al dinero en última instancia lleva a la esclavitud y a la muerte.

Por los creyentes

Que los creyentes en este lugar fijen sus ojos en Jesús. Al mirar su brillante gloria, que la luz de Cristo entre en sus ojos y llene todos sus cuerpos con luz. Cuando las cosas del mundo comiencen a apartar su atención de lo invisible y eterno, recuérdale a cada uno que los tesoros en este mundo se oxidan, se descomponen, se destruyen. Atesorar cosas temporales es como intentar atrapar olas cuando llegan a la arena. Imposible. Inútil. Agotador. Señor, oramos por los padres que están abrumados intentando conseguir dinero para alimentar a sus hijos, para ayudarlos a aprender. Que se tomen de tu mano cada mañana al despertar e ir al trabajo y que se deleiten en tu presencia al confiar en que tú cuidas de ellos y de sus seres queridos.

Por los perdidos

«Tienes que venir a contarnos más de Jesús. Siento que mi corazón se eleva contigo a través de las historias. Tenemos que apartar tiempo a diario para entender realmente. Ora para que entremos al camino de la fe». Después de decir estas palabras con sinceridad, Mehdi comenzó un nuevo emprendimiento comercial que le ocupaba todo el tiempo. Verdaderamente quería aprender, pero las cosas del mundo demandaban su atención. Ora para que otros como él que tienen hambre de justicia no fijen sus ojos en las cosas que se ven, sino en lo eterno. Que no tengamos corazones divididos.

Por la iglesia

Jesús dijo: «El reino de los cielos es como un tesoro escondido en un campo. Cuando un hombre lo descubrió, lo volvió a esconder, y lleno de alegría fue y vendió todo lo que tenía y compró ese campo» (Mateo 13:44). Oramos por los creyentes en esta área que han renunciado a todo para ganar a Cristo, su tesoro. Bendícelos, Señor, por esto, y llénalos de tu gozo. Anímalos para que sepan que su decisión de acumular tesoros en el cielo no es en vano. Ora para que se formen y multipliquen iglesias simples, conformadas por creyentes que sirven a Dios y no al dinero. Protege a tu iglesia del amor al dinero y brinda sabiduría para usarlo de manera sabia.

Por áreas de influencia

Lugares de negocios

Ora para que Dios levante dueños de negocios cristianos cuyos tesoros están en el cielo, no en la tierra. Ora para que sus valores de servir a Dios, y no al dinero, sean un testimonio a empleados no creyentes. Ora para que se formen estudios bíblicos en lugares de trabajo a medida que los no creyentes son testigos del impacto de vivir como Jesús describe en Mateo 6:19-24.
Ora para que los dueños de negocios cristianos sean bendecidos por Dios por elegir servirlo a él por encima de las ganancias financieras.

Declaración de la Escritura

Jesús contó la historia de una viuda que puso dos pequeñas monedas en la alcancía (Marcos 12:41-44). Dijo que echó más que cualquiera de los ricos. «Porque todos ellos dieron de lo que les sobraba; pero ella, de su pobreza, echó todo lo que tenía, todo su sustento». Esta viuda escogió poner su tesoro en el cielo, no en la tierra.

Dios, no vemos las cosas como tú las ves. Alienta a cada creyente de un entorno musulmán que, como esta viuda, ha entregado todo lo que tiene para seguirte a ti. Multiplica su fe. Dales valentía y sabiduría para compartir su testimonio de maneras convincentes y para que produzcas olas de discípulos que se multiplican de esta obediencia fiel.