Combustible de Oración

Ora según te guíe el Señor al leer el verso de hoy.

«No juzguen para que nadie los juzgue a ustedes. Porque tal como juzguen se les juzgará, y con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes. ¿Por qué te fijas en la astilla que tiene tu hermano en el ojo y no le das importancia a la viga que está en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Déjame sacarte la astilla del ojo”, cuando ahí tienes una viga en el tuyo? ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu propio ojo, entonces verás con claridad para sacar la astilla del ojo de tu hermano. No den lo sagrado a los perros, no sea que se vuelvan contra ustedes y los despedacen; ni echen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen» (Mateo 7:1-6).

Ora por sabiduría

El juicio y la hipocresía están en el centro de la naturaleza pecaminosa de toda la humanidad. Los musulmanes no son la excepción. Todos tratamos rápidamente de sacar la astilla del ojo del vecino mientras tenemos una viga en nuestro propio ojo. Hoy habrá personas que juzgarán a una mujer por no usar el hijab (velo islámico) como corresponde mientras difunden chismes hirientes y mentiras sobre un vecino. Habrá personas que condenarán a alguien por beber alcohol mientras que le roban dinero al jefe. Ora para que la gente aquí tenga convicción de su propia hipocresía y se vuelva a Cristo para recibir perdón y nuevos corazones.

Por los creyentes

Jesús, anhelas que veamos. El pecado nubla nuestra vista. Nos vemos unos a otros con ojos juiciosos, olvidando que hemos sido perdonados. Señor, por favor, permite que los creyentes en esta tierra se inclinen ante ti arrepentidos para ser limpiados. Permite que veamos, y luego, al amar correctamente a nuestros hermanos y hermanas, permite que lo hagamos con humildad, pidiendo que ellos también nos corrijan cuando no podemos ver.

Por los perdidos

Se necesita mucha humildad para aceptar corrección con gracia. Es particularmente difícil cuando alguien declara algo que no concuerda con las palabras de abuelos y padres. Cuando los musulmanes en esta área oigan que Jesús realmente murió para rescatar a la humanidad y se levantó para derrotar a la muerte, que no se tropiecen con la cruz. Que reciban las perlas santas de verdad con alegría y no abusen ni se enojen por ser juzgados o corregidos.

Por la iglesia

Ora para que la iglesia en esta tierra abandone «toda maldad y todo engaño, hipocresía, envidias y toda calumnia, deseen con ansias la leche espiritual pura, como niños recién nacidos. Así, por medio de ella, crecerán en su salvación, ahora que han probado lo bueno que es el Señor» (1 Pedro 2:1-3). A medida que la iglesia hace a un lado estas cosas, que los no creyentes que observan sean atraídos a conocer la fuente de su nueva forma de vida. Oramos por grupos que busquen y se reúnan alrededor de la Palabra de Dios, para que tengan oportunidades de probar y ver que el Señor es bueno.

Por áreas de influencia

Lugares religiosos

A medida que los musulmanes entran en las mezquitas hoy, oramos para que recuerden sus actitudes juiciosas e hipócritas. Solo el Espíritu Santo puede traer convicción de pecado y justicia. Oramos para que Dios con gracia convenza sus corazones y los ponga en el sendero de querer entender las enseñanzas del Mesías.

Oramos por aquellos que irán a la mezquita a escuchar la lectura del Corán. Cuando oigan que los que están a su alrededor pronuncian palabras de juicio, que se inquieten sus corazones y les haga preguntarse si no hay otro camino. Ora para que crezca la curiosisad y para que los creyentes estén preparados para responder a aquellos que quieren sacar la viga de su propio ojo.

Declaración de la Escritura

«Por lo tanto, no juzguen nada antes de tiempo; esperen hasta que venga el Señor. Él sacará a la luz lo que está oculto en la oscuridad y pondrá al descubierto las intenciones de cada corazón. Entonces cada uno recibirá de Dios la alabanza que le corresponda» (1 Corintios 4:5).

Solo Dios ve el corazón. Nosotros no. Libera a los cristianos en esta tierra de la presión para leer los corazones y motivaciones de otros. Dale a cada uno una confianza profunda en el juicio y el tiempo del Señor. Ayuda a los creyentes a apoyarse en la gracia, creyendo lo mejor y confiando en que Dios separará el trigo de la mala hierba (Mateo 13:24-30). A medida que surjan nuevo líderes en las iglesias simples, dales humildad y amor divino para pastorear su iglesia hacia la santidad y lejos de la hipocresía.